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24 diciembre 2008

Por salvar al tití dorado, ingeniera forestal brasileña recibió premio de la 'National Geographic'


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Foto: EFE / Roberto de Moraes

Mono león de cabeza dorada

El Premio de Conservación de la fundación Nacional Geographic fue entregado a Denise Marçal Rambaldi por su trabajo desde hace 2 décadas por salvar al tití león de cabeza dorada de la extinción.

"Espero que este reconocimiento tenga mucha repercusión y que ayude a atraer la atención internacional al Bosque Atlántico" de Brasil, dijo a 'Efe' Rambaldi sobre el premio, dotado con 25.000 dólares.

Esa franja boscosa paralela a la costa de Brasil es el hábitat del tití león de cabeza dorada, un mono pequeño, de unos 600 gramos de peso y 60 centímetros de largo, la mitad de ellos cola, y una melena que le da un parecido al rey de la selva.

Hace 25 años solo quedaban 200 individuos, lo que lo ubicó entre los animales "amenazados de extinción de forma crítica".

Hoy en día, 1.500 micos viven en reductos boscosos de Brasil, gracias en gran parte al trabajo de Rambaldi, quien desde 1994 es secretaria general de la Asociación Tití León de Cabeza Dorada.

La clave inicial del éxito fue un programa de reproducción en cautiverio iniciado con el zoológico de Washington, donde el pequeño tití disfruta de un pedazo de bosque para él solo -y las ardillas- en las laderas del Rock Creek, uno de los ríos de la ciudad.

Familias del mono nacidas en el extranjero han sido reintroducidas en su hábitat originario en los últimos años. "Nuestro desafío mayor ahora es plantar los bosques y mantenerlos", dijo Rambaldi.

Tan solo queda un 7 por ciento del Bosque Atlántico brasileño, un área de extraordinaria riqueza biológica que ocupaba casi 1,3 millones de kilómetros cuadrados, desde la "nariz" de Brasil en el mapa hasta la frontera con Uruguay.

"Lo que resta ahora son islas de bosque. Las familias de tití están aisladas", afirmó Rambaldi.

Su asociación recauda fondos para comprar tierra y unir esas islas con corredores boscosos, de forma que los titís puedan aparearse fuera de su familia y se obtenga diversidad genética.

También intenta convencer a los ganaderos del interior de Río de Janeiro, donde trabaja, para que planten ellos mismos árboles en sus terrenos para permitir ese flujo de primates.

El tití león de cabeza dorada se ha convertido en Brasil en un símbolo de la lucha por conservar el medio ambiente y aparece incluso en el reverso de los billetes de 20 reales.

Rambaldi quiere que el Premio National Geographic/Buffet por Liderazgo en Conservación Medioambiental ayude a que su melena anaranjada deslumbre también al resto del mundo y que haya un esfuerzo internacional por salvarlo.

EFE

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