Asdrubal Rocha
asdrubalrocha@unicesar.edu.co
Con suma preocupación de upecista recibo las denuncias públicas realizadas por la misma Universidad Popular del Cesar en torno a un escándalo de corrupción que fue destapado y que involucra en primera instancia a un grupo de estudiantes de esta casa de estudios superiores y ante las amenazas de muerte que recaen sobre un grupo de compañeros docentes de nuestra alma mater. La Universidad no es que puede estar ajena a estos dos hechos puntuales pero como institución de educación superior que aglutina muchos pensamientos e ideales, es de magna preocupación que estos casos nuevamente después de varios años sean noticia en la Popular del Cesar.
Para el primer caso, se dio a conocer en un medio de comunicación local un preocupante informe de la oficina de control interno de la UPC, donde se señala que un grupo de estudiantes de la institución se vio favorecido con la exoneración del pago de la matrícula, apareciendo como si pertenecieran a grupos de bienestar universitario que por normatividad interna no pagan matrícula.
Preocupa que dentro del listado de estudiantes beneficiados aparentemente por esta irregularidad, se encuentren implicados estudiantes que son representantes ante los distintos consejos al interior de la universidad, elegidos por el estamento estudiantil y que se esperaría de estos una conducta intachable y diáfana y siempre a favor de los estudiantes en los distintos órganos internos de la UPC y se esperaría aun más de estos, que no utilicen estos escenarios y sus representaciones para sacar provecho en lo personal y menos en forma fraudulenta.
La investigación sobre este fraude al parecer se causó durante varios años o periodos académicos y hoy se habla de una defraudación alrededor de los 500 millones de pesos a las arcas de la UPC. La segunda noticia que causa preocupación, es el comunicado a la opinión pública que género la rectoría de la universidad donde informa de las amenazas de muerte que recaen sobre un grupo de docentes y que dichas amenazas se han intensificado en la última semana.
Un escenario oscuro es el que recae sobre la institución y es menester de las autoridades legalmente constituidas salvaguardar los intereses de la universidad y la vida de aquellos que han dedicado su vida a formar las generaciones de colombianos que han servido y servirán a la nación. No se entenderían que con amenazas de muerte se traten de silenciar las voces que utilizan como única arma el transmitir conocimientos.
Aun más, no se entendería que este tipo de irregularidades que ya son de conocimiento de las autoridades desde hace varias semanas, no hayan generado los primeros resultados por parte de dichas autoridades, las cuales sólo parecen esperar que ocurra algo nefasto en la UPC.
http://www.vanguardiavalledupar.com/2009/11/28/edi2.htm
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