Fotos Jennifer Del Río Coronell.
Ante distintos agricultores del Cesar que se dieron cita ayer en horas de la mañana en el Hotel Sicarare, Corpoica socializó el proyecto de experimentación con un nuevo biofertilizante creado en sus laboratorios.
Se llama ‘Rizobio’ y, a pesar de que esta institución ya cuenta con un biofertilizante a base de rizobio, denominado ‘Rizobiol’, éste es indicado para cultivos específicos, como el fríjol, la leucaena y demás plantas leguminosas que se utilizan como forraje para el ganado, por tal razón se están haciendo investigaciones con bacterias nativas que permitan ser más competitivo el producto.
Se llama ‘Rizobio’ y, a pesar de que esta institución ya cuenta con un biofertilizante a base de rizobio, denominado ‘Rizobiol’, éste es indicado para cultivos específicos, como el fríjol, la leucaena y demás plantas leguminosas que se utilizan como forraje para el ganado, por tal razón se están haciendo investigaciones con bacterias nativas que permitan ser más competitivo el producto.
Maria Fernanda Garrido, investigadora master del Centro de Biotecnología y Bioindustria de Corpoica, expresó cuáles son las diferencias entre ‘Rizobio’ y ‘Monibac’, otro biofertilizante que también ayuda al suelo a fijar el nitrógeno: “Rizobio tiene la capacidad de asociarse con plantas leguminosas formando nódulos; a diferencia de Monibac, que hace su función fuera de la planta, Rizobio lo hace por dentro. Además, con Rizobio se puede alcanzar hasta un 100% de la fertilización nitrogenada, con Monibac, por ser una bacteria de vía libre, se reduce en un 60 0 70% dependiendo del cultivo, pero la función es la misma: fijar nitrógeno para reducir los costos en la fertilización química”.
Garrido añadió que hasta la fecha no se han hecho ensayos, pero ya se comenzaron a realizar aislamientos que posteriormente puedan llevarse a evaluación en campo. Éstos tendrán lugar en La Guajira y en el Cesar. “La idea es hacer la evaluación a nivel experimental en la Estación Experimental Motilonia de Corpoica, para ya cuando tengamos las cepas llegar a la comercialización, como el caso de Monibac, y poderlo comercializar y probarlo en diferentes zonas, porque no podemos garantizar los mismos resultados en todas partes”, indicó.
Se estima que el proceso de evaluación tardará al menos tres años, y en dos años más obtener el producto comercial con el debido registro del Ica.
Inversiones en investigación
De acuerdo con Francisco García Payares, director de Corpoica regional Cesar, “la Gobernación nos apoya en diferentes proyectos, actualmente son más de cinco, entre ellos el proyecto de Rizobio y Monibac, que van de la mano, para los cuales aportó 137 millones de pesos”.
Ambas investigaciones hacen parte del proyecto “Desarrollo Tecnológico Riguroso”, y se espera que éstas ayuden a recuperar los suelos desertificados del Cesar, degradados por la agresividad de distintos cultivos y el mal uso de herbicidas e insecticidas, y que actualmente son el 68% de ellos.
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