Pueden sentir una forma simplificada de envidia y responder con mal humor si se sienten tratados injustamente, según publicó la Academia Nacional de las Ciencias estadounidenses.
Mientras que un perro puede rechazar dar su pata si ve que otro recibe una invitación para hacerlo y él no, no parece importarle si otro perro recibe un mejor trato que él.
De acuerdo a investigaciones anteriores, los monos frustrados pueden llegar a rechazar un alimento si no es una recompensa justa, pero los perros nunca rechazan un bocado.
Los científicos piensan que la reacción ante el trato injusto es un elemento crítico en la evolución de la cooperación social y hasta hace poco se pensaba que sólo los humanos eran capaces de sentir la injusticia.
Estudios con monos y chimpancés han descubierto que los primates también son capaces de sentir envidia y rechazan hacer una prueba si ven que otro chimpancé recibió una recompensa mejor por otra tarea.
Los investigadores de la Universidad de Viena consideran que esto puede ocurrir también con los canes porque pueden involucrarse en relaciones complejas y elaboradas con los humanos y sienten una gran sensibilidad ante el comportamiento humano.
El experimento observó el comportamiento de 29 perros que respondieron a una petición para poner su pata en la mano del investigador cuando estaba solo o sentado cerca de otro can.
Chicago, E.U.
AFP
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