Vino a formar a un grupo de facilitares en lactancia materna, a través de un proyecto que realizan la Gobernación del Cesar mediante la Secretaría de Salud, la Fundación Carboandes y la Cruz Roja Seccional, que con base en las estadísticas desalentadoras que influyen en la mortalidad infantil, consideraron oportuno devolverse por el camino que recorrieron las abuelas y las bisabuelas: lactancia materna exclusiva, por lo menos en los primeros seis meses de vida y después lactancia materna más alimentación complementaria hasta que el bebé y la madre lo decidan. La OMS recomienda hacerlo por dos años o más.
Sofía Quintero Romero, quien es médica de la Universidad del Rosario, especialista en salud pública y salud en lactancia materna, concedió la siguiente entrevista para contar el propósito de la formación de facilitadores en lactancia materna, por qué es importante enseñar sobre lactancia materna, a quiénes formar y para qué, cómo está el Cesar en cifras en lactancia materna y cuál es su visión frente al tema.
ANA MARIA FERRER. ¿Quién trajo a Sofía Quintero Romero a dictar este curso de formación en lactancia materna?
SOFIA QUINTERO ROMERO. Esta formación en consejería en lactancia materna ha estado apoyada por la Gobernación del Cesar a través de la Secretaria de Salud, parte de la financiación la ha hecho la Fundación Carboandes y como operador está la Cruz Roja de Valledupar. Quiero aprovechar inmediatamente el comienzo de esta entrevista para agradecer a la Gobernación del Cesar, concretamente a la doctora Angela Salazar, a la doctora Antonia Carretero por el interés tan grande que han tenido en apoyar la idea de este curso; al doctor Jhonny Florez, director del Hospital Rosario Pumarejo de López, quien nos permitió hacer las prácticas clínicas en la maternidad del Hospital. Agradecer muchísimo a la Fundación Carboandes que como empresa privada se ha preocupado por intervenir en la construcción de sociedad, escogiendo un tema como la lactancia materna para tratar de aliviar la situación de enfermedad y de muerte de los niños del Cesar; a la Cruz Roja que ha sido un operador magnifico, nunca había tenido en todos los cursos que he hecho en los últimos 30 años, un operador tan bueno como la Cruz Roja, quienes han sido muy rigurosos en la organización, transparentes en el uso del dinero público y estrictos en las cuentas.
A.M.F. ¿Cuál es el objetivo de este curso?
S.Q.R. Este es un curso que tiene como objetivo formar un grupo de trabajadores de la salud como multiplicadores para que puedan reproducir el mismo curso en consejería en lactancia materna en todo el departamento del Cesar. Este es un curso oficial de la Organización Mundial de la Salud –OMS- y de la UNICEF, que ha sido probado en todo el mundo con un magnifico impacto sobre el aumento del inicio y de la duración de la lactancia materna en el mundo, este es un curso hecho por un grupo de expertos internacionales.
A.M.F. ¿Quiénes y de dónde son las personas que formó en consejeros de lactancia materna?
S.Q.R. La formación de estos multiplicadores tiene un proceso porque la condición básica para escogerlos era que hubieran hecho un curso básico de 20 horas, o sea, tres días en lactancia materna. Era difícil encontrar estas personas con este requisito, entonces se decidió hacer dos cursos básicos de 20 horas cada uno, de tres días, y de esas personas que participaron escogimos a diez multiplicadores, que son finalmente los facilitadores que harán a partir de ahora el trabajo. Provienen de todos los municipios del departamento del Cesar, con la excepción de La Jagua de Ibirico, Pelaya y La Gloria.
A.M.F. ¿Fue difícil escoger a los diez facilitadores del grupo de 40 que ya había formado en el curso básico?
S.Q.R. No fue tan fácil porque muchos eran capaces de ser multiplicadores, pero teníamos que escoger también por variables de proveniencia con la intención de cubrir lo más posible todos los municipios del Cesar.
A.M.F. ¿Qué profesiones tienen?
S.Q.R. Tratamos de que fuera un grupo multidisciplinario, pero en realidad la mayor parte de los participantes fueron enfermeras, seguidos por nutricionistas, solamente contamos con la presencia de una médica de Becerril, una mujer muy inteligente y muy interesada en lactancia materna. Eso no nos debe extrañar, a veces los médicos no tienen tiempo, a veces los colegas tienen otros intereses y otras prioridades. Casi todo el personal son licenciadas en enfermería o auxiliares en enfermería, nutricionistas y algún personal administrativo. Ellos provienen de Valledupar, Aguachica, Gamarra, Pailitas, Curumani, Pueblo Bello, Chiriguaná, Río de Oro, San Alberto, Tamalameque, El Paso, Bosconia, El Copey, Chimichichagua, Manaure, Astrea, San Diego, Codazzi y La Paz.
A.M.F. La gente se pregunta ¿pero por qué enseñar a lactar, si eso es fácil? Lactar es tan antiguo como el mundo. ¿Doctora Sofía es necesario enseñar lactancia materna?
S.Q.R. Si. La gente piensa que amamantar es natural y por lo tanto no se tiene que aprender. En realidad así sucedía cuando las familias eran extensivas y donde había una persona que seguía a la embarazada, explicándole qué hacer durante el parto y con la alimentación del bebé. Esta era una tradición que se transmitía por línea femenina, de mujer a mujer. Hoy día las familias monucleares no tienen estas ventajas y son los trabajadores de la salud los que tienen que desempeñar este rol. De otra parte las jóvenes madres no han visto en su vida amamantar a muchas mujeres, han visto dar biberones, así que cuando tienen sus hijos y los quieren amamantar no saben cómo ponerlos al pecho. Tú lo has dicho, amamantar es tan antiguo como el mundo, es la única alimentación natural para el mamífero humano como lo es para todos los mamíferos. Es una cuestión muy interesante porque es antiquísima como el ser humano, precedió la aparición del hombre sobre la tierra. La lactancia materna tiene millones de millones de años, fue una forma de alimentación que se perfeccionó en algunos animales y que permitió la sobrevivencia de la especie mamífera.
A.M.F. ¿Por qué?
S.Q.R. Porque simplemente la mamífera no debe salir a cazar para alimentar a su cría. La mamífera fabrica dentro del propio cuerpo el alimento completo para cubrir las necesidades de nutrición y de crecimiento de su cría. Esto quiere decir que no deja la cría sola en el nido ni en la cueva, no la expone a los predadores porque se queda dentro, porque fabrica el alimento en su cuerpo y no necesita alejarse para cazar. Entonces esto es de una importancia evolutiva extraordinaria, ahí podríamos hablar horas y horas, El Pilón no alcanzaría para llenar todo lo que sabemos hoy de lactancia materna y evolución.
A.M.F. Qué pasó entonces… en los últimos 100, 50 años.
S.Q.R. Eso es muy interesante. Después de millones de años donde las madres recibían la información de cómo alimentar a sus hijos, de madres a hijas, la transformación de las familias polinucleares a mononucleares llevó a la pérdida de esta experiencia que se transmitía de generación en generación, esto fue en deterioro de la experiencia femenina de la lactancia.
A.M.F. ¿Qué otros factores contribuyeron?
S.Q.R. Otra cuestión que incidió muchísimo fue la aparición en el mercado de las leches artificiales, ese es un capítulo muy importante que yo quisiera profundizar más adelante durante la entrevista. Las leches artificiales aparecieron a mediados de 1860 en Suiza. La Nestle fue la primera que fabricó leches artificiales para niños, adaptando la leche de vaca a la alimentación infantil. Esto fue un experimento que costó muchas vidas infantiles porque eran leches muy imperfectas que cargaban mucho el organismo inmaduro del recién nacido, sobre todo los riñones que no soportan una carga de sales muy alta, las leches artificiales la contenían y esto causó mucha mortalidad infantil. Las leches artificiales han tratado de imitar a la leche materna, cosa imposible de lograr, pero por lo menos hoy son menos dañinas que las del 1800.
AM.F. ¿Pero cómo incidieron o inciden las leches artificiales en la disminución de la práctica de la lactancia materna?
S.Q.R. Incidieron en el tipo de publicidad que le hacen a estas leches. En los años 50 hubo un bombardeo publicitario muy fuerte, se presentaban como mejores que la leche materna. Mostraban bebes muy gordos, muy bonitos para estimular a las madres a consumir sus productos, esa es la función del mercadeo que deben hacer las empresas, su objetivo no es promover la salud, sino vender el producto. Esta campaña llegó hasta los hospitales, cuando yo hice Pediatría en el Hospital Lorencita Villegas de Santos, que en ese momento era la mejor escuela de pediatría en Colombia, la Nestle daba una canastilla a todas las mamás que parían en el Hospital, que traía un tetero, un pote de leche Nestle en polvo, un chupo y un pañal. Esto causó un deterioro muy grande en la práctica de la lactancia, en el mundo los índices de abandono de la alimentación natural de la lactancia materna bajaron a niveles mínimos con un gran impacto sobre la salud del bebé, sobre la madre, sobre el planeta y sobre la economía de las familias.
A.M.F. ¿Y qué hicieron en esa época para detener eso?
S.Q.R. Eso fue muy grave, tan grave que esta publicidad inadecuada fue llevada como un problema gravísimo de salud pública a la comisión de salud del Senado Americano que en ese momento dirigía el senador Eduard Kennedy, estoy hablando de 1976. Llamó esta comisión al representante de la Nestle y con acusaciones gravísimas fue condenada a pagar una multa por publicidad anti ética, que incitaba a las madres a no amamantar. El senador Kennedy tenía datos de las islas del Caribe, donde había muchos científicos americanos, pediatras, nutricionistas y también monjitas que atendían niños y que denunciaron el hecho.
A.M.F. ¿Cuáles fueron las consecuencias de esa denuncia?
S.Q.R. Esto desencadenó un interés científico internacional y fue así como la Organización Mundial de la Salud y la UNICEF tomaron esta responsabilidad como propia y se redactó después de un año de discusión, incluso con las casas productoras de leche artificial, un documento que se llama el ‘Código Internacional’ que regula la comercialización de los sucedáneos de la leche materna, que cubre las leches de cero a seis meses, las leches de proseguimientos, las leches especiales, todas las bebidas, el agua de canela, todas las aguas aromáticas, jugos. Todo aquello que sustituya la leche materna, se refiere también a teteros y chupos.
A.M.F. Este Código lo acogieron en Colombia…
S.Q.R. Colombia legisló a través del Decreto 1397 del 24 de agosto de 1992. Esa ley es muy buena, donde hay una serie de prohibiciones, como: “El personal de salud no podrá proporcionar a las madres ni a sus familiares muestras y suministros de los alimentos de fórmula para lactantes y complementarios de la leche materna”, “Los productores y comercializadores no podrán ofrecer con el objeto de promover los productos de que trata el presente Decreto al personal de salud ni a sus familias, gratificaciones, incentivos financieros y materiales, así como tampoco muestras gratis de los mismos alimentos y especialmente biberones y chupetes, etc., etc. En Colombia se acogió al Código Internacional que fue firmado por nuestro país en la Asamblea Mundial de la Salud de 1981 en Ginebra y han firmado también las resoluciones subsiguientes, porque cada año se discute sobre la comercialización de esos productos y cada año se emite una resolución que tiene la misma validez de los puntos iniciales del Código.
A.M.F. ¿La OMS puede hacer seguimiento a la aplicación de estas resoluciones en los países que firman?
S.Q.R. No. La Organización Mundial de la Salud como todas las agencias de las Naciones Unidas no es la Policía Internacional. Da recomendaciones basadas en hechos científicos y llama a los países miembros a que no sólo las aprueben sino que legislen sobre eso. La Comunidad Europea legisló en 1994 inspirada claramente en el Código Internacional.
A.M.F. ¿Qué se hace a nivel nacional para monitorear el cumplimiento de esta ley?
S.Q.R. Yo creo que nada. Porque lo que vemos es exactamente lo contrario. Parece que no se aplica. Las compañías productoras de leche artificial tienen la misma política de las compañías farmacéuticas: pagan al personal de salud viajes, participación a congresos, regalos, lo que pone un dilema ético y evidentemente un conflicto de intereses.
Tomado del Diario El Pilon