La almeja más vieja tiene más de 400 años


Los científicos creen que esta especie, que ya aparecía en el 'Guiness' como la más longeva, puede desarrollar eficaces sistemas de defensa contra el envejecimiento

La almeja 'Ming' vivía cuando la famosa dinastía reinaba en China. EFE Londres
Hace unos cuatrocientos años, Don Quijote veía la luz en España y la dinastía Ming reinaba en China. La única testigo de aquella época es una almeja descubierta en la costa de Islandia, que, además, puede ser con mucha seguridad el animal más longevo del planeta.
Este valioso ejemplar, que pertenece a la especie Arctica Islandica, ha sido hallado recientemente por un equipo de científicos de la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad de Bangor, en Gales, en el marco del proyecto europeo Millenium, que investiga los cambios climáticos registrados en los últimos mil años.
Hasta ahora, el récord de longevidad lo ostentaba otra almeja de 374 años que se conserva en un museo de Islandia, aunque oficialmente el libro Guinness sólo reconoce a una hermana pequeña que se descubrió en 1982 en aguas americanas cuando tenía 220 años.
Tres almejas en el podio de la longevidad animal
Ambas marcas, en cualquier caso, han sido pulverizadas por Ming, como ha sido apodado este nuevo ejemplar por la prensa británica en referencia a la dinastía que regía en China cuando nació. Tras contar las líneas de su concha, los científicos han establecido que ha vivido entre 405 y 410 años en las gélidas aguas de la costa norte de Islandia.
El hecho de que el podio en longevidad animal esté ocupado por tres almejas tiene intrigado a los científicos de Bangor, que creen que esta especie puede haber desarrollado sistemas de defensa excepcionalmente eficaces contra los procesos degenerativos asociados a la edad.
"Si en la Arctica Islandica la evolución ha creado un modelo de resistencia exitoso al daño causado por el envejecimiento, es posible que una investigación de los tejidos de esos auténticos 'matusalenes' pueda ayudarnos a entender el proceso del envejecimiento", ha apuntado Chris Richardson, uno de los investigadores que ha participado en el estudio.
Además los científicos creen que todavía pueden encontrarse ejemplares con edades aún superiores, no sólo en aguas de Islandia, que parecen contar con las condiciones ideales para esta extrema longevidad, sino también en el mar de Irlanda y en el mar del Norte.
'Grabadoras diminutas' del fondo del mar
Los científicos responsables del hallazgo están especializados en estudiar el crecimiento y la edad de las almejas a partir de las líneas que se forman anualmente en sus conchas, de la misma forma que los dendrocronólogos datan la antigüedad de un árbol a partir de los anillos de su tronco.
El crecimiento de las conchas de las almejas está relacionado con factores medioambientales, como la temperatura del agua, la salinidad y la disponibilidad de alimento, por lo que los científicos creen que su estudio puede permitir entender los cambios en los océanos vinculados al cambio climático.
Como ha explicado a la BBC Richardson, viendo a estos animales "se puede reconstruir el ambiente en el que crecieron, porque son como grabadoras diminutas en el lecho del océano que integran señales sobre la temperatura y la alimentación en un período específico".
Al margen de las almejas, otros animales conocidos por su longevidad son las tortugas marinas, que llegan a alcanzar los 180 años de edad, o el erizo de color rojo, que, según algunos estudios, puede llegar a vivir entre 150 y 200 años.